La banda Blue Lunch llega con su octavo disco, en el que rememora sonidos dorados de las décadas de 1940 y 1950, que fueron muy particulares en la música de Estados Unidos. Este es un trabajo que incorpora guitarra, piano, contrabajo, batería, armónica, saxofones, trompeta y trombón más cinco poderosas voces que ofrecen un repertorio mágico, grabado en vivo, lo cual da una apropiación más a sus canciones. Además se puede apreciar la evolución del grupo, que pasó de interpretar el blues clásico a explorar nuevos estilos, como el swing, el rock’n’roll y el rhythm & blues, además de dejar a un lado las versiones para pasar a temas originales en los que se combinan sus influencias.